Nacido en la ciudad trasandina de Resistencia, Alejo Gutiérrez, geógrafo y autor del libro Chuquicamata: evolución urbana y patrimonio, reconoce que “mi ligazón con el tema del patrimonio arquitectónico e histórico proviene de mis padres, especialistas argentinos en la materia a nivel iberoamericano. Debido a ello pasé mi infancia en Cusco (Perú) y desde que vine a vivir a Chile, ya graduado como geógrafo, me interesé en los procesos culturales de los lugares en que residía”.
Así, después de unos años llegó a vivir a Chuquicamata, trabajando además en el Plan Estratégico de Desarrollo Urbano de Calama. Es en ese contexto que surge la reciente publicación que busca “explicar los orígenes del campamento Chuquicamata, la situación previa a la llegada de Guggenheim Brothers al área, el estado del arte del diseño urbano asociado a campamentos mineros a nivel mundial en la época en que surge Chuquicamata -lo cual explica bastante su estructura habitacional-, y la evolución posterior de su espacio urbano”, detalla Gutiérrez.
El libro explica los orígenes del campamento Chuquicamata y su evolución posterior.
El autor agrega que el libro también ayuda a entender la enorme influencia del mineral en la transformación del espacio geográfico de lo que hoy es la Región de Antofagasta, “a partir del inicio de la explotación del cobre a gran escala, por parte de Guggenheim Brothers primero y, desde 1923, por parte de Anaconda hasta la Nacionalización en 1971”.
Resalta, asimismo, que “la investigación contiene una evaluación de los valores patrimoniales tangibles e intangibles con que cuenta el campamento Chuquicamata y una propuesta de plan de gestión patrimonial”.
Trabajo recopilatorio
La elaboración del libro –cuenta el geógrafo– tomó cerca de una década, desde que empezó a recabar los primeros datos y a idear los contenidos que después fueron publicados. “Mi condición de bibliófilo me llevó a buscar, rastrear y adquirir numerosos libros, separatas, revistas y publicaciones científicas antiguas, armando una pequeña gran biblioteca especializada en Chuquicamata, campamentos mineros y la geografía de la región”, sostiene.
Gutiérrez agrega que “en dichas publicaciones existía un rico registro fotográfico del campamento de Chuquicamata y de la región, lo cual fue complementado con otros archivos, incluyendo el del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (Cedodal) y otros fondos personales”.
A lo anterior se sumó un registro fotográfico propio realizado en dos campañas, una en 2002, todavía en plena vida del campamento, y otra en 2007, ya casi sin habitantes. “Busqué retratar los espacios urbanos, los edificios emblemáticos y las estructuras habitacionales, que son motivo principal de esta investigación”, comenta el geógrafo.
Patrimonio
Respecto de la contribución del texto, su autor expresa que “hay aquí una enorme posibilidad de gestión del patrimonio, sobre todo de la mano de Codelco y de los antiguos habitantes del campamento Chuquicamata, en una búsqueda de confluencias de los objetivos y deseos comunes que ambos entes poseen. Creo que este libro puede aportar al entendimiento de las enormes posibilidades que la gestión patrimonial de un sitio como Chuquicamata puede ofrecer al desarrollo del país y, sobre todo, de la comuna de Calama”.
