(El Mercurio) Ayer al mediodía vencía el plazo para hacer indicaciones a la reforma laboral que empuja el Gobierno en su primer trámite, en la Cámara de Diputados. Pero los gremios empresariales se organizaron durante las últimas semanas para afinar una última arremetida y tratar de que el Ejecutivo y el Parlamento abran espacios para buscar un acuerdo parecido al que dio origen a la reforma tributaria.
Mañana, este bloque realizará una jornada de reflexión en la que compartirán sus inquietudes respecto de la iniciativa del Ejecutivo. Pero antes se reunieron en “El Mercurio” y adelantaron cuáles son sus reparos a esta iniciativa. Estuvieron presentes Hermann von Mühlenbrock, presidente de la Sofofa; Ricardo Mewes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC); Gastón Escala, ex presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC); Juan Pablo Swett, presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech); Felipe Sandoval, presidente de SalmonChile; Sergio Pérez, presidente de la Confederación Nacional del Transporte de Carga (CNTC), y Verónica Campino, de Chile Mujeres.
Sobre las indicaciones presentadas ayer, Swett dijo que, tal como preveían, el proyecto mantiene prácticamente inalterados sus pilares y que los espacios de diálogo para mejorarlo recién podrían abrirse en el Senado, tal como ocurrió con la reforma tributaria.
-¿Por qué se organizan en este nuevo grupo y no canalizan sus inquietudes a través de la CPC?
Von Mühlenbrok : “Nos juntamos exclusivamente para este tema porque nos dimos cuenta de que todos fuimos oídos, pero no escuchados. Por eso dijimos ‘juntémonos y hagamos una jornada de reflexión con una cantidad importante de dirigentes’”.
Swett : “Si seguíamos cada uno de los gremios yendo a tocar la puerta de La Moneda o al Congreso por separado, el tema no iba a llegar a ninguna parte. Queremos entablar una mesa de diálogo única, con todos los representes del empresariado chileno y que esa mesa ojalá termine en un acuerdo nacional, como se dio en la reforma tributaria”.
-Pero la autoridad sí ha recogido los planteamientos de algunos sectores como la construcción, en que el proyecto establece que la negociación se dará antes del inicio de la faena para evitar una paralización.
Escala: “No, yo diría que seremos tremendamente perjudicados, dado que en la construcción tenemos un sistema de suma alzada, hacemos una oferta por algo que de alguna manera estudiamos y decimos esto va a costar tanto. Mientras más trabas se pongan, lo único que hace la autoridad es subir los precios”.
Campino: “En el decil más vulnerable, una de cada cinco mujeres trabaja y la mayoría tiene trabajo informal. Tenemos 13 mil seguidoras en Chile, mujeres que quieren trabajar y no pueden. Con una Presidenta mujer, una ministra del Trabajo mujer, una presidenta de la CUT, no se hace nada para impulsar la integración laboral de la mujer”.
-¿Cómo afectaría al transporte, donde la mayoría son empresas con menos de ocho trabajadores y no tienen sindicatos?
Pérez: “Es cierto que tenemos asociados muy pequeños, con dos, tres, cinco camiones; también tenemos empresas medianas y grandes. Hemos concluido que el Gobierno invita, recibe, pero no cambia nada”.
-Para la Sofofa, ¿cuál es el impacto de la reforma laboral?
Von Mühlenbrock: “Al eliminarse el no poder descolgarse en la huelga, los únicos facultados para terminar la huelga son los dirigentes sindicales. Eso significa que si los 100 trabajadores del sindicato están de acuerdo con la oferta de la empresa y quieren volver a trabajar, no pueden hacerlo si los cinco dirigentes sindicales no quieren”.
-¿Cuáles son los aspectos que más afectan al comercio?
Mewes: “Hay distintos aspectos que están apuntando a un cogobierno de la empresa con el sindicato…Un ejemplo se ve en la pequeña y mediana empresa. Uno cuando invierte necesariamente debió haber juntado algún nivel de capital y otra parte se irá a una institución financiera, y cuando el sindicato vea los proyectos que tengo a futuro va a decir ‘demorémonos y transformémoslo en un bono para los trabajadores’. Eso desde nuestro punto de vista es cogobierno”.
-¿Y cómo afecta al sector construcción la iniciativa?
Escala: “Tenemos unos 650 mil trabajadores y hay un porcentaje entre el 4% y 5% que es sindicalizado, por algo es eso. Hicimos una encuesta a los trabajadores de la construcción y no tienen ningún interés en la sindicalización”.
-¿Y cuáles son los puntos que complican a los salmoneros?
Sandoval: “Lo más complicado es el tema del reemplazo. Si se paraliza un centro de producción como resultado de una huelga, puede ser que los pescados no coman y no se mueran, pero se debilitan y se pueden enfermar más fácil en el futuro y contaminar al sector, como en el caso del ISA (…) Nuestro tema es sanitario”.
-Como Asech, ¿qué elementos de la reforma laboral los toca, porque esta no toca a las pequeñas y microempresas, que no alcanzan el umbral de trabajadores para formar sindicatos?
Swett: “Aquí se trata de que ojalá las 500 mil microempresas, las más de 195 mil pequeñas y medianas, lleguen a ser grandes, y en ese tránsito necesitas una cancha donde jugar”.