Moisés Naím: «No darle prioridad política a la Alianza del Pacífico puede ser un error histórico para este Gobierno»

Abr 23, 2014

El economista y analista político ve con preocupación que el gobierno prefiera privilegiar los vínculos con Brasil. Además, entra al debate de la reforma tributaria y asegura que no hay una varita mágica fiscal para solucionar la desigualdad.

(Pulso) Hoy el presidente estadounidense Barack Obama llega a Japón. Si bien se esperaba que para esta fecha ya hubiera un preacuerdo sobre el Transpacific Partnership (acuerdo comercial en el cual participa Chile), esto no ocurrió. “Toda iniciativa tan ambiciosa es por definición muy difícil pero vale la pena intentarlo”, afirma el economista y analista político Moisés Naím, quien estuvo en Chile para participar ayer en la Segunda cumbre internacional de la industria aseguradora chilena, organizada por la Asociación de Aseguradores de Chile (AACH). De todas maneras, el ex ministro venezolano asegura que el acuerdo más importante para Chile es la Alianza del Pacífico. Naím también entra al debate de la reforma tributaria proponiendo un ente autónomo para dar cuenta del gasto público.

¿Cree que el TPP terminará fracasando por los constantes desacuerdos de EEUU y Japón?

El TPP es muy importante y ojalá que se dé. Todos esos países enfrentan presiones proteccionistas domésticas que pueden retardarlo y sabotearlo. Para Chile lo más importante es estar en el TPP y hacer lo posible por tener una presencia allí, pero también apostarle muy duro a la Alianza del Pacífico. He visto con enorme preocupación cómo tanto la Presidenta Michelle Bachelet y algunos de sus ministros, como el canciller Heraldo Muñoz, han enfatizado que la Alianza del Pacífico es interesante pero que los vínculos con Brasil son muy importantes. No hay duda de que los vínculos con Brasil son muy importantes, pero tampoco hay duda de que no dedicarle prioridad política a la Alianza del Pacífico puede ser un error histórico para este gobierno.

¿Por qué?

Es pública la antipatía que Brasil le tiene a la Alianza del Pacífico. Lo han tratado como un proyecto que no es digno de apoyo. Eso es un error, creo que lo ideal es que Brasil formara parte de eso si fuese posible. Pero mientras México, Colombia, Perú y Chile -que son los países de mayor crecimiento, que tienen mayor competitividad en Latinoamérica, que tienen la situación macroeconómica más deseable de América Latina- tienen todo tipo de ventajas, Brasil está en el Mercosur asociado ni más ni menos que a Argentina y Venezuela, los países con la tasa más alta de inflación del mundo, cuyas economías están muy débiles. Apostar a Mercosur con esta compañía tan frágil y no apostar a las economías de mejor desempeño de América Latina sería claramente muy miope.

¿Cree que el gobierno finalmente no le dará prioridad a la AP?

Va a ser visto como una pérdida de oportunidad, como una cosa miope. Primero, nadie ha dicho que promover o ayudar a la Alianza del Pacífico tiene que estar reñido con un acercamiento a Brasil. Eso puede ser si Brasil sigue en su actitud de desdén hacia la Alianza del Pacífico pero ahí Chile va a tener que tomar una posición. Tanto la Presidenta Bachelet como el canciller Muñoz tienen la esperanza de que Chile puede ser un pivote para ayudar a que Brasil tenga una actitud menos hostil hacia la Alianza del Pacífico.

A su juicio, ¿Cuáles son las ventajas de este acuerdo?

Una América Latina integrada es más deseable para luchar contra la pobreza, para tener más peso en la economía mundial, etc. Lamentablemente, pese a todos los incentivos, la realidad ha sido muy frustrante, los esquemas de integración no han ido bien y tenemos una larga historia de fracasos. La Alianza del Pacífico tiene potencial de no ser un fracaso y por eso es  tan importante darle apoyo.

Reforma tributaria

El economista también se refirió a la reforma tributaria que se discute hoy en el congreso y niega que esté generando una caída en la inversión en el país. “Debe haber algunos cautelosos y a la espera, pero de ahí a decir que ya hubo un impacto en la inversión, yo creo que es muy temprano para saberlo”.

¿Qué tan necesaria es esta reforma en este momento?

Es deseable. De los países de la OCDE, Chile está muy por debajo en términos de recaudación. No hay duda de que el estado chileno necesita de más recursos para atender las necesidades pendientes. No hay duda de que es importante tener recursos para dar más oportunidades a quienes no las han tenido y así tener un impacto en la reducción de la desigualdad. Lo que creo es que los chilenos tienen el derecho a saber cómo está siendo gastado su dinero.

¿Para eso sería este símil al Congressional Budget Office estadounidense que usted planteaba en la conferencia?

Lo que deseo es que Chile tenga un ente autónomo, independiente de la política, tan protegido de los vaivenes de la política y de la intervención partidista como está protegido el Banco Central de Chile, donde estén los mejores técnicos, con los recursos para contratar las mejores asesorías internacionales, como el Banco Mundial, el BID y que le den a Chile periódicamente reportes de en qué se está gastando su dinero y que también hagan una evaluación del impacto que tiene este gasto.

¿Qué modelo debiera seguir?

Debiera ser un ente independiente dirigido por profesionales impecables protegidos de la política y con recursos. Si van a gastar 3% más del PIB, hay que destinar un poquito de dinero en garantizar que ese dinero adicional tenga el mayor impacto posible y eso no es una vez, es constante. Los países constantemente necesitan monitorear el impacto de su gasto público.

¿Esta reforma logrará avanzar en reducir la desigualdad?

La desigualdad no se soluciona de un plumazo en un período y no tiene una sola causa. No hay una varita mágica fiscal que resuelva el tema de la desigualdad, como tampoco hay una varita mágica política que resuelva la desigualdad. La desigualdad tiene múltiples causas, algunas históricas, otras internacionales, otras culturales, otras institucionales, etc. Entonces hay que enfrentarlas todas y saber que es una tarea de largo plazo.

En Perú han visto un potencial de mayor atractivo, aludiendo a que Chile, con la reforma, estaría cambiando las reglas del juego. ¿Cree que Perú ganaría atractivo en ese entorno?

En el mundo hay fondos disponibles para todos los proyectos buenos. De lo que hay que preocuparse no es de eso, sino de garantizar que el país tenga la mejor competitividad internacional y condiciones de estabilidad política deseables.

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