Registran daño a flora y fauna por relaves

Feb 26, 2009

Atacama Sustentable denunció la contaminación del agua, pero no tienen pruebas para identificar a los responsables.

Una expedición a la Quebrada Maní realizaron los miembros de la agrupación de control ciudadano Atacama Sustentable. La idea era revalidar las muestras que acusaban la existencia de aguas contaminadas en el sector y la existencia de flora y fauna que puede verse afectada.

Esta vez, los miembros de la agrupación siguieron el cauce del riachuelo, hasta llegar a los 3.070 metros sobre el nivel del mar, donde tomaron muestras de acidez del agua, las que luego de ser analizadas resultaron en que el recurso hídrico arrojara un PH de 4,5, con gran concentración de ácidos. Las muestras anteriores tomadas a 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar, dieron un PH de 3,5, es decir, de mayor acidez que las encontradas anteriormente.

Según explica Sergio Cortez, uno de los miembros de la agrupación Atacama Sustentable, la menor acidez de las aguas responde a que el canal tiene menos caudal en ese sector, «sin embargo, igual está altamente contaminado», remarcó.

Además, Cortez destacó que la presencia de ácido sulfúrico, ya está comprobada, elemento que aporta a la tesis de una contaminación de índole minera.

FLORA Y FAUNA

Sin duda lo más importante de la nueva exploración que realizó el grupo ambientalista es que constataron la presencia de una gran variedad de especies arbóreas y de fauna silvestre.

«Al menos 20 especies de animales podrían estar en peligro, debido a que ingieren el agua contaminada del riachuelo. Nosotros pudimos apreciar guanacos, cóndores, reptiles, y varios tipos de aves pequeñas y de mediano tamaño».

La flora y fauna que no había sido apreciada con tanta variedad en la expedición pasada, ya que comienza a partir de los 2.400 metros sobre el nivel del mar, donde -según explicó Cortez- a mayor altura se hace más abundante.

CAUSAS

Si bien no tiene claro aún el origen de la contaminación, Cortez dijo que por las sustancias encontradas en el agua es adjudicable a un relave minero. No obstante, el ambientalista no se atrevió a acusar a una faena determinada. «En el sector hay faenas de pequeño y mediano tamaño, por lo que sería aventurado acusar a una en particular», sostuvo.

Con el objetivo de dilucidar cual es el origen de la contaminación, la agrupación tiene planeado otro viaje hacia el mismo sector, no obstante, ahora pretenden llegar más arriba y así no tener dudas.

Cortez explica que no es una tarea fácil, ya que las condiciones del terreno a mayor altura se hacen más difíciles.

Fuente / La Estrella de Iquique

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