Aceites, grasas, aluminio, arsénico, son algunas de las sustancias contaminantes que regulará el Decreto Supremo 46 que entrará en plena vigencia el 17 de febrero próximo.
Esta norma regula la emisión de residuos líquidos a aguas subterráneas, las que juegan un papel fundamental en el abastecimiento de muchas regiones. De hecho, según informa la misma norma, el 77% del agua utilizada por servicios de agua potable rural proviene de esta fuente, y en el caso del abastecimiento urbano es 40%.
Otros usos de las aguas subterráneas son la agricultura, industria y minería, y de ahí la importancia de esta norma.
El DS 46 se suma al Decreto Supremo 90 que regula las emisiones contaminantes de residuos industriales líquidos (riles) a cursos de agua superficial como canales, ríos, lagos y mar, y entrará en plena vigencia el 03 de septiembre de este año, completando el cuadro de regulaciones a los residuos líquidos que generan las industrias en sus procesos productivos.
«Esta norma es un paso positivo para sanear las aguas, pues éstas mismas son utilizadas tanto para el consumo humano como el regadío. Hay dos factores que hay que considerar: el respeto del medio ambiente es cada vez más demandado a los productos exportados y el agua es un bien escaso que debemos cuidar. Las políticas públicas y la conciencia empresarial en torno a este tema es fundamental, y estamos dando los pasos correctos a través de estas normativas que regulan la disposición final de los riles», dijo René Florsheim, gerente comercial de la consultora ambiental Ecoresol.
Norma
El Decreto Supremo 46 determina la concentración máxima de contaminantes que pueden ser vertidos mediante obras de infiltración a napas subterráneas como zanjas, drenes, lagunas o pozos. Esta norma será fiscalizada por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) y los Servicios de Salud.
Si bien la norma de emisión era obligatoria para toda fuente nueva de emisión desde la entrada en vigencia del decreto hace tres años, las fuentes emisoras existentes que vierten sus Riles en acuíferos de vulnerabilidad alta debían cumplir la norma en febrero del año pasado y las fuentes emisoras que vierten sus Riles en acuíferos de vulnerabilidad media y baja deberán empezar a cumplir con los límites máximos permitidos desde el 17 de febrero de este año, quedando así plenamente vigente la normativa.
Las industrias deberán previamente entregar los antecedentes para que la Dirección General de Aguas (DGA) pueda determinar la vulnerabilidad del acuífero.
«Recientemente, las universidades de Yale y Columbia dieron a conocer un estudio que ubica a Chile en la posición 26 en un Ranking de mejor gestión en materia medioambiental, tomando en cuenta, entre otras cosas, el tratamiento de las aguas. Esperamos que con la vigencia de estas normativas subamos en la escala, lo que aumentará nuestro prestigio internacional”, dijo el ejecutivo de Ecoresol, empresa que asesora en la adopción de soluciones de tratamiento de riles, propendiendo a su reutilización en riego.
Fuente/El Mercurio