El ministro de Minería, Alfonso Dulanto, está próximo a dejar el gobierno después de seis años de servicio público.
Al hacer una evaluación del sector advierte que vienen años complejos para Codelco, que el próximo gobierno deberá definir cómo resuelve las necesidades de capital de la principal empresa estatal y que atrás quedaron las diferencias que mantuvieron con Hacienda sobre el proyecto de gobiernos corporativos que promueve el Ejecutivo.
-¿Es necesario modificar la ley orgánica de Codelco, tal como lo plantea Juan Villarzú?
Hoy existe una sola visión en el gobierno sobre Codelco: es necesario cambiar su gobernabilidad. Hoy tiene un directorio que aprueba determinadas inversiones y marca la estrategia, pero no tiene facultades de administración. Estas recaen en el presidente ejecutivo. Juan Villarzú propone que se cambie la ley orgánica de Codelco para modificar la gobernabilidad, la forma como se nombran los directores y permitir la capitalización de las utilidades. No obstante, el gobierno promueve que los cambios de gobernabilidad sean a través del proyecto de ley de gobiernos corporativos, que afecta a todas las empresas estatales.
-¿Cuál de las dos alternativas le gusta al Ministerio de Minería?
El Presidente de la República marcó una línea al estar de acuerdo con una serie de indicaciones que apoyaban el proyecto de gobiernos corporativos. Después que él definió una dirección, no tengo otra opinión que no sea la del gobierno y la del Presidente.
-Pero ustedes fueron críticos al proyecto, lo que derivó en diferencias marcadas con Hacienda.
En una reunión que tuvimos hace un par de semanas con representantes del Ministerio de Hacienda, encabezados por Luis Felipe Jiménez, aclaramos las dudas. Pensábamos que, tal como estaba redactado el proyecto, el Consejo del Sistema de Empresas Públicas (SEP) del cual dependerá Codelco invadía las funciones del directorio al tener injerencia sobre las estrategias de la empresa, situación que podía generar conflictos. Los asesores del Ministerio de Hacienda nos explicaron que esa no era la idea y que probablemente había una mala lectura nuestra.
-¿Ese conflicto no se dará?
Creo que no. En todo caso, no sería raro que cuando se discuta el proyecto de ley en el Congreso se perfeccione para que no ocurra una doble interpretación. En todo caso, hoy están zanjadas las diferencias que había con el Ministerio de Hacienda.
-¿Juan Villarzú está solo con su propuesta?
No sé si está solo, pero no es la idea del gobierno modificar la ley orgánica de Codelco.
-Pero el proyecto de gobiernos corporativos no da una solución al financiamiento futuro de Codelco, inquietud que tiene Villarzú
Efectivamente, la posibilidad de capitalizar parte de las ganancias no forma parte del proyecto.
-Entonces, ¿el próximo gobierno deberá promover un cambio en la ley orgánica de Codelco para resolver ese tema?
La posibilidad que Codelco se financie a través de la reinversión de sus utilidades no se relaciona con su ley orgánica, sino con la política fiscal. Esta se asocia a la recaudación tributaria, los excedentes de Codelco y los recursos que requiere la nación. Me gustaría que cuando se requiera sea el Estado el que capitalice parte de las utilidades de Codelco. No obstante, esta no es una decisión de la empresa, sino del dueño.
-¿Cuándo estima que será necesario capitalizar parte de las utilidades de Codelco?
Codelco tiene un programa de inversiones de entre US$ 8.000 millones a US$ 10.000 millones de aquí al 2010, que permitirá subir la capacidad de producción a 2,7 ó 3 millones de toneladas al año. Ese plan requerirá de una cierta capitalización, pero en 2006 no se deberá recurrir a ella. Codelco ha colocado bonos en condiciones extraordinarias y aún tiene espacios para endeudarse. Capitalizar parte de las utilidades es una decisión que deberá tomar el próximo gobierno y no éste.
-¿Cuál es la razón de fondo de no vender una parte de Codelco y permitir el ingreso de las AFP?
Codelco vale hoy unos US$ 20 mil millones. Este es un muy buen negocio y los buenos negocios no se venden. Si el Estado reduce su participación, al final sólo un grupo de personas se beneficiarán. Pueden ser las AFP o los fondos de pensiones que sólo representan a una parte de los chilenos. Además, sería complicado para el manejo fiscal, porque los socios minoritarios tendrían derechos sobre el retiro y anticipo de utilidades. Por último, hay que entender que Codelco está bien administrada.
-Es tan así, considerando que en los últimos años no han salido proyectos emblemáticos.
El plan sigue estando ahí. En los últimos años se han sacado adelante proyectos, tanto en Codelco Norte como en el resto de las divisiones. Mansa Mina está esperando la aprobación ambiental y Gaby está en una posición que se debería sacar adelante próximamente.
-¿Está bien que Juan Villarzú deje la presidencia de Codelco?
Esa es una decisión que le corresponde al Presidente. En todo caso, Juan ha sido un buen presidente ejecutivo de Codelco. Una de las virtudes que ha tenido su administración es dejar a la vista el verdadero potencial de Codelco. Hubo un cambio estratégico. Antes los proyectos aparecían según la disponibilidad de recursos, hoy cada división tiene identificadas todas las explotaciones mineras que puede realizar. Por el contrario, los defectos han estado asociados al manejo de proyectos, donde ha habido retrasos.
-¿Qué perfil debe tener el nuevo presidente ejecutivo de Codelco?
Lo ideal es que sea una persona que pertenezca al mundo de la minería y que esté capacitada. Porque Codelco deberá enfrentar decisiones complejas en los próximos años. Gran parte de ellas relacionadas con innovaciones tecnológicas, robotización y nuevos proyectos.
-¿Le gustaría dirigir Codelco?
No, estoy en mi época de retirada. Llevo seis años de servicio público que han sido muy fuertes. En este momento hay que darles paso a otras personas. Si no hubiera sido por el royalty, el traspaso de la refinería Ventanas y la venta de Disputada habría sido un período tranquilo. Lo bueno fue que todos los temas se resolvieron bien y que hemos recompuesto la relación con el sector privado.
-¿En qué sentido?
Acabamos de formar una mesa público-privada con la Sonami, el Consejo Minero y la Conama. Entre los temas claves que abordaremos están la falta de recursos hídricos en el norte; los cambios regulatorios asociados al cierre de faenas mineras y pasivos ambientales; el reforzamiento de la capacidad de las Corema; el cumplimiento de las normas asociadas a la calidad del aire y el suministro eléctrico para las faenas mineras.
-¿Qué hará cuando deje el gobierno?
¡Qué bueno que me hacen la pregunta! Se ha dicho que soy un ministro empresario y que tengo actividades en la minería, pero yo no tengo nada desde el día en que me nombraron intendente de la II Región. Tengo algunas participaciones en propiedades mineras de la IV Región que no están siendo explotadas. Algo haré en pequeña minería. También tengo una frutícola en el sur, donde cultivo berries, cerezas, manzanas y peras. A eso me dedicaré.
Planes estratégicos y GNL
En los últimos meses de gobierno el ministro de Minería, Alfonso Dulanto, está aprovechando de elaborar las políticas estratégicas de Enap, Codelco, Cochilco y Enami.
En el caso de Enami, el directorio ya analizó los planes de mediano y largo plazo. Dulanto dice que la empresa puede potenciar no sólo el fomento de la pequeña y mediana minería, sino también elaborar proyectos sobre otros minerales (no sólo cobre y plata), como hierro.
En Enap plantea que, además de la exploración de gas en Magallanes, un tema clave es definir el proyecto de gas natural licuado. Según explicó, ya tienen las propuestas sobre la mesa y espera que el proceso se resuelva este mes.
-¿La firma que suministrará el gas natural ya fue elegida?
Hay un primer candidato, uno que aparece mejor. Con él hay que sentarse y, si no resulta el detalle, habrá que seguir con el siguiente. Así se hace siempre.
Fuente/La Tercera