Desde hace un par de años la administradora del Ferrocarril Arica-La Paz, en su tramo chileno (Afcalp), concesionada al boliviano José Saavedra Banzer en 1997, tiene una deuda pendiente con la dueña de las vías, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE).
Aunque hay dos demandas presentadas por la firma estatal chilena, ésta se ha inhibido de caducar el contrato ante el temor de que este escollo escale a nivel diplomático, menos ahora que ambos países están en plena recomposición de sus relaciones. Las deudas ascienden a $ 700 millones.
Un cercano a EFE plantea que las tensas relaciones entre los dos países han influido para que la empresa fiscal no termine unilateralmente el contrato. «La concesión no se ha caducado para evitar que esto se convierta en un nuevo lío diplomático con Bolivia», cuenta esta fuente.
Oficialmente, la firma dice que cuando los tribunales determinen que la administradora no es capaz de abordar sus deudas, «EFE reevaluará la situación y una de las opciones es el término del contrato».
En 2001 la línea férrea sufrió serios deterioros debido al desborde del río Lluta, motivo por el cual EFE desembolsó $ 2.400 millones para la rehabilitación de la infraestructura.
Sin embargo, Saavedra insiste en que el daño que sufrió la infraestructura, junto con los nuevos problemas tras el terremoto de junio en el norte y la inestabilidad política de Bolivia, perjudicaron el transporte de carga. Además, se queja de que mientras ellos pagan peajes, los camioneros no lo hacen.
Interés de los Luksic
La concesión del tramo chileno del tren a la compañía de José Saavedra Banzer se entregó en 1997 y es por 25 años. Sin embargo, ante su presunta insolvencia económica, el grupo Luksic ha mostrado interés en obtener esa licitación si se la cancelan a Saavedra.
Los Luksic son dueños del Ferrocarril Antofagasta-Bolivia (Fcab) -que tiene una ruta entre Calama y Oruro- y del Ferrocarril Andino, con recorridos dentro de Bolivia. Si consiguieran el tramo chileno del Ferrocarril Arica-La Paz, contarían con la integración completa entre Bolivia y Chile, lo que les permitiría fortalecer tanto su negocio de pasajeros como de carga.
Fuente/La Tercera