Minera Las Flores de Los Andes S.A. es la única fuente industrial de lapislázuli del mundo

Ago 29, 2005

La empresa está enfocada en aumentar la oferta de productos de lapislázuli en el mercado mundial, tales como artículos de regalos, pigmentos y revestimientos arquitectónicos producidos industrialmente.

La idea de explotar industrialmente este yacimiento de lapislázuli se materializó en el año 1989, cuando Herman Warmbold resolvió comprar la mina Flores de Los Andes.
Antes de eso, la extracción en Chile era bastante artesanal.

Actualmente, la compañía es una sociedad anónima, cuyos accionistas mayoritarios son Rudolf Araneda, el grupo Alto Ferrada y Herman Warmbold.

Al año se extraen en el yacimiento cerca de 400 toneladas de mineral, las que en su mayoría se venden al mercado externo. De las 400 toneladas sólo un 2% es de primera calidad, explicó el gerente general de la empresa, Pierre Negroni.

Por ser extraído de forma artesanal, el lapislázuli tradicionalmente era asociado a la elaboración de joyas y ornamento. Sin embargo, los usos de su intenso color azul son múltiples y hoy no es raro encontrar desde cerámicas hasta incluso un auto utilizando ese tono.

Explorar en estas nuevas vetas y posibilidades industriales que ofrece el mineral ha sido la intención de Flores de Los Andes que, desde el año 1998, está experimentando con un producto olvidado hace más de 200 años, el pigmento azul que se obtiene del corazón de la piedra: la lazurita.

El uso del mineral, como colorante, no es algo nuevo, se conoce en el mundo desde tiempos inmemoriales. La puerta del palacio del rey Nabucodonosor de Babilonia estaba pintada con ese tono azul. También los cuadros de Miguel Angel, Leonardo da Vinci y Raphael, contienen el azul de la roca. Sin embargo, por los altos costos que tenía su rústica forma de extracción, la utilización del lapislázuli como pigmento, fue haciéndose inviable.

La Industrialización

Tras una inversión de US$2 millones, el holding chileno logró aumentar de 50 toneladas anuales (en los comienzos de su explotación) a las 400 toneladas mineral que extrae actualmente.

El año 1997, Flores de Los Andes comenzó a explorar nuevas posibilidades de aprovechar el material y, gracias a un proyecto Corfo-Fontec, pudo concretar una iniciativa de innovación que logró producir el pigmento azul de lapislázuli.

Un año después, la compañía ya había creado dos empresas afiliadas a ella: Lapis Design S.A. y Lapis Pigment S.A.

La primera industrializó la producción de objetos y revestimiento para arquitectura, baldosas, granulados, recubrimientos, entre otros.
La segunda, se dedicó a la producción del valorado colorante.

En 2002 comenzaron a explotar la mina subterráneamente. Esto más que aumentar la cantidad de extracción, disminuyó los costos y la hizo más eficiente, porque el material se fragmenta menos y eso le dio valor y más facilidad para manejarlo, dice Negroni.

Un 40% de los ingresos de la compañía provienen de Lapis Design. Este se vende a artistas que fabrican sus pinturas, a fabricantes de pintura para el arte y para recubrimientos arquitectónicos.

Otro 50% de los ingresos proviene de la empresa Lapisdesing, que fabrica en igual proporción, tanto objetos de decoración (relojes, joyas, llaveros, lápices, ajedrez, entre otros) como revestimientos arquitectónicos.
Estos últimos tienen un pujante mercado en el exterior. El 10% restante, es lo que se consigna por venta de piedra a los artesanos.

Los principales compradores son Estados Unidos (con 60% de las exportaciones) y Europa, con el restante 40%.
Ahora que se están sumando los países del Este europeo, el mercado para el pigmento puede aumentar, ya que ellos, por tradición, conocen más la piedra, afirmó Negroni.
El año pasado, entraron al mercado ruso, que tiene sus propias vetas del mineral.
Sin embargo, en opinión de Pierre Negroni, ese recurso ya está agotado, pues no tiene reservas.

Para nosotros fue un honor que nos pidieran el pigmento y baldosas para restaurar obras del museo de L´Hermitage (San Petersburgo, Rusia) las que en esa época se hicieron utilizando este producto, resalta el ejecutivo.

Apuesta Futura
Al extraer y producir el material en forma industrial, la minera disminuyó los costos en forma significativa. El kilo de pigmento hasta hace seis o siete años costaba 15 mil euros, hoy cuesta alrededor de 300 dólares. Al entrar en operación con esta planta hemos bajado 50 veces los costos, señaló el ejecutivo.

Esta baja en los costos de extracción y además porque la elaboración del colorante ha abierto, para Flores de Los Andes y sobre todo para su filial Lapis Design S.A., un nuevo campo de exploración.

Desde el año pasado, tienen una alianza estratégica con una empresa sueca para elaborar pintura para revestimiento arquitectónico. Estamos probando dos tipos de pintura para revestimiento de madera y también para concreto, explicó Negroni.

En esta iniciativa, cuentan con el apoyo del fondo de cooperación chileno-sueco.

Para los próximos años, Flores de Los Andes espera abrirse al mercado asiático, y aumentar su participación en Estados Unidos y Europa. En cuanto a las expectativas de incremento, esperan seguir con un avance anual de dos dígitos.

Confiamos aumentar en 20% nuestras ventas y esa es una meta realista, casi conservadora, porque podríamos crecer a más que eso, expresó Pierre Negroni.

Agregó que la apuesta de la compañía es seguir explorando el campo de los pigmentos y las pinturas para uso industrial, pues es posible lograr un producto de alta calidad. La misma calidad que pudieron gozar los antiguos. Claro, porque no sería una pintura como todas, la lazurita tiene propiedades reconocidas mundialmente, tiene un alto índice de refracción de la luz que le da mayor brillo, además, por estar compuesta de cristales muy duros, es más resistente a los cambios atmosféricos. Por último, una particularidad muy valorada es que es el único pigmento que no se destiñe con la luz ultravioleta.

Fuente/Estrategia-MCH

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